Al finalizar la temporada estival comienza una etapa de cambios porque pasamos del descanso a la rutina. Vos volvés al trabajo y los chicos vuelven a la escuela. Es importante que en esa rutina incorpores el hábito de cuidar tu piel. Sobre todo después del verano, cuando la piel fue expuesta durante largas jornadas al sol, no fue hidratada lo suficientemente, y es por eso que requiere de un cuidado constante y duradero, para que el efecto perdure en el tiempo y lo puedas ver en tu piel: menos manchas, menos arrugas, más suavidad.
Para poder incorporar estos cuidados a la rutina diaria, te dejamos algunos tips que pueden ser de gran utilidad:
- En el momento del baño limpiá el rostro con jabón neutro de glicerina (si tu piel se engrasa fácilmente) y agua. Para el resto del cuerpo, hacelo con un jabón cremoso o de avena y una esponja vegetal o guante para exfoliar suavemente
- Luego del baño colocá una crema hidratante tanto en el rostro como en el cuerpo. Tené en cuenta hacerlo con el producto indicado para cada una de las partes.
- Antes de irte a dormir, volvé a limpiar el rostro con una leche de limpieza y aplicá una crema nutritiva de noche.
Cada uno de estos pasos te llevará menos de 5 minutos, y te podemos asegurar que con 15 minutos diarios que le dediques a tu piel, podrás alcanzar resultados que ni vos misma vas a poder creer. Mirá:
- El bronceado del verano durará más tiempo.
- Tu piel se arrugará en menor medida.
- Notarás la piel más tersa y radiante.
Puede ser que cueste arrancar, pero después… ¡sólo resta disfrutar de los beneficios de una piel más suave y brillante!