La piel normal se muestra con una superficie lisa, suave, de color uniforme, brillo moderado y poros poco visibles. Tiene una buena tolerancia a los jabones, no se descama ni se irrita, y tanto la circulación como la hidratación de la misma son perfectas.
Aunque se trate de una piel correctamente hidratada esto no significa que no requiera de cuidados.
La producción natural de sudor y grasa, así como los agentes contaminantes que existen en el medio ambiente, depositan sobre el rostro impurezas que impiden que la piel respire libremente afectando su normal funcionamiento y sus niveles de hidratación. La piel necesita que la limpiemos e hidratemos adecuadamente para recuperar su luminosidad y belleza.
En el caso de las pieles normales la Leche de Limpieza Dermaglós posee una base acuosa de fácil aplicación que elimina las impurezas cotidianas y los rastros de maquillaje, devolviéndole a la piel suavidad y elasticidad. Para un mejor resultado te recomendamos completar la higiene del rostro con el Tónico Descongestivo Dermaglós que además posee un efecto refrescante y emoliente, y protege a la piel del cansancio diario
Una vez que la piel se encuentra limpia es necesario hidratarla con productos especiales, que además de proveer protección solar y suavidad, prevengan el envejecimiento cutáneo y favorezcan la regeneración celular.
A las pieles normales es necesario hidratarlas con emulsiones o cremas que evitan la deshidratación a la vez que la protejan de los daños que producen los rayos solares. La crema y la emulsión Dermaglós Facial Hidratante poseen factor de protección que ayuda a prevenir las manchas solares.
