La radiación ultravioleta (UV) se divide en tres tipos:
- Los Rayos UVA son los que penetran en la dermis profunda, envejeciendo las células y causando daño indirecto sobre el ADN. Esta produce menor enrojecimiento que los rayos UVB, motivo por el cual antiguamente se pensaba que eran inofensivos. La mayor parte de las camas solares emiten este tipo de rayos que, según se ha probado, aumentan el riesgo de padecer cáncer de piel. El 90% de las radiaciones provocadas por el sol son UVA.
- Los Rayos UVB son los que causan daño directo sobre el ADN, son los principales responsables de las quemaduras producidas por el sol y se cree que causan la mayor parte de los cánceres de piel.
- Los Rayos UVC no penetran nuestra atmósfera, por lo cual no llegan a la Tierra.
La profundidad de penetración de estas radiaciones en el organismo es proporcional a la longitud de onda que tenga. De esta forma, los rayos UVA son más penetrantes que los B, y estos a su vez penetran más que los C. De hecho, tal como explicamos antes, los rayos UVC no alcanzan la superficie terrestre.