Existe una percepción errónea sobre cuándo y dónde cuidarse del sol. Muchas veces se cree que sólo hay que protegerse en la playa, en las montañas, en la pileta, o en las vacaciones en general. Esto es incorrecto. Si bien durante el año no nos exponemos al sol de la forma en que lo hacemos cuando estamos de vacaciones, la realidad es que en la ciudad también caminamos, descansamos, y mientras lo hacemos los rayos UV penetran nuestra piel.
Además, superficies de la ciudad como el asfalto, el césped, el agua o la arena reflejan los rayos solares en altas proporciones. Por eso hay que cuidarse, ¡tanto en el campo como en la ciudad!
Según la Dra. Mónica Maiolino, miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología y asesora de Dermaglós, “la aplicación de protectores solares debe estar presente en cada actividad al aire libre, permitiendo de esta forma disfrutar del sol de una manera saludable”.
Es importante generar el hábito de colocarnos un protector solar 30 minutos antes de salir de casa. Mejor aún es llevarlo en la cartera para poder re-aplicarlo cuando sea necesario (por lo general a las 2 horas de la última aplicación). También es útil el uso de sombreros de ala ancha, ¡que hoy en día están de moda! Y recordá usar protector solar incluso los días nublados o de temperaturas no tan altas, ya que los rayos UV están, y llegan a tu piel cuando menos te imaginás.
