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Mi Piel

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Descubrí la identidad de tu piel. Porque cada piel es única y necesita diferentes cuidados.

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Trimestres del embarazo

Trimestres del embarazo

1er trimestre - Semana 1 a 14

Los cambios en tu cuerpo se producen sin que te des cuenta, ya que el tamaño del feto en el útero es imperceptible. Lo que sí vas a percibir son los síntomas propios del embarazo, aunque no todas las mamás sienten exactamente lo mismo:

  • Amenorrea (falta de menstruación)
  • Sueño, cansancio
  • Náuseas, mareos
  • Aumento del volumen y de la sensibilidad en los pechos

Los grandes cambios que se dan en los niveles hormonales hacen que también puedas sentir cambios abruptos en tus emociones: puede ser que a veces te sientas enojada, frustrada, irritable o sufrir una crisis de depresión o llanto sin motivo aparente. ¡Pero no te preocupes! Esto es completamente normal.

La alimentación

Desde que recibís la feliz noticia de tu embarazo es muy importante que asumas una actitud responsable en cuanto a tu alimentación ya que tenés que proporcionarle al bebé todos los nutrientes que necesita para su desarrollo. Para cuidar tu salud y la de tu bebé, por ejemplo, deberías restringir el consumo de ciertas bebidas e infusiones como té, café y gaseosas que contienen cafeína, ya que su poder estimulante llega al bebé a través de la placenta. Con el alcohol pasa algo similar: atraviesa la placenta y circula en la sangre del bebé; si se supera cierta cantidad, afecta negativamente al feto y puede perjudicar su crecimiento.

De todas formas, ante cualquier inquietud, consultá con tu médico obstetra, ya que es él el único que puede aconsejarte.

El peso

Durante las 40 semanas de gestación deberías aumentar entre 9 y 12 kilos (alrededor de 1 kilo y medio por mes). De ese total, 3 ó 4 kilos corresponden al bebé y entre 7 y 10 kilos a la placenta, líquido amniótico, aumento de sangre, retención de líquido y tejidos adiposo y mamario. En general, en esta etapa del embarazo no deberías aumentar mucho de peso, sin embargo es probable que cambien tus medidas y que tu cuerpo se vea diferente. Seguramente tengas que modificar tu vestuario: recordá que la comodidad es fundamental, pero también es importante que te sientas bien y te veas cada vez más linda.

Los cambios en el bebé

Durante el primer trimestre del embarazo, las células que conforman a tu bebé comienzan a diferenciarse y se van transformando en órganos. Al mismo tiempo se produce la implantación en el útero, hasta que encuentra el lugar definitivo. Al finalizar el primer mes, tu bebé mide entre 4 y 6 milímetros de largo y pesa menos de un gramo, ¡como un granito de arroz!

Alrededor de la sexta semana tu bebé y su medio experimentan grandes cambios ya que de a poquito todo empieza a formarse:

  • El tubo neural, que luego será el cerebro y la espina dorsal
  • El corazón, que late entre 140 y 150 veces por minuto
  • Los brazos y las piernas
  • La piel
  • El saco amniótico
  • El corión velloso (que luego formará la placenta), es el lugar donde tu bebé va a crecer y recibir el alimento necesario hasta el momento del parto.

En el segundo mes los cartílagos, que comenzaron a armar el cuerpito de tu bebé, empiezan a ser reemplazados por los huesos. Su cabeza es grande y tiene casi el mismo tamaño que el resto del cuerpo. También podrían distinguirse los ojos y la nariz. Alrededor de las 8 semanas de gestación, sus pulmones ya están en desarrollo y los latidos cardíacos son fácilmente audibles. Durante el tercer mes de embarazo tu bebé ya mide de 5 a 8 centímetros y pesa cerca de 10 a 45 gramos. Más órganos se van desarrollando: los sistemas urinario y circulatorio ya están presentes.

2do trimestre - Semana 15 a 28

En este período vas a comenzar a descubrir el crecimiento de tu abdomen, a percibir los movimientos del bebé y hasta podés tener contracciones  fisiológicas y aisladas (¡No te preocupes! Son normales), especialmente si hacés actividad física, levantás cosas pesadas, o si padecés estrés laboral o social. De todos modos, cualquier duda que se te presente llamá a tu médico obstetra para informarlo y te diga qué hacer en ese momento.

Es habitual que el flujo vaginal aumente en este trimestre por una cuestión hormonal. Las náuseas y los vómitos disminuyen o tienden a desaparecer y se incrementa la tendencia a la constipación, por una disminución de la actividad intestinal que causan las hormonas.

Los grandes cambios que se dan en los niveles hormonales hacen que también puedas sentir cambios abruptos en tus emociones: puede ser que a veces te sientas enojada, frustrada, irritable o sufrir una crisis de depresión o llanto sin motivo aparente.

Algunos cuidados

En este período es probable que sientas más sed que la habitual, por lo que deberías consumir de dos a tres litros de líquido por día y no retener la orina, para no estar predispuesta a las infecciones urinarias. Además, la retención urinaria puede causar contracciones. Es normal que la mujer embarazada sufra una anemia fisiológica en este trimestre. El médico determinará el tratamiento a seguir, pero no es para alarmarse. Para que vos y tu bebé reciban defensas vas a recibir la vacunación antitetánica o la doble adultos (diftéria y tétanos), que son dos dosis con un mes de diferencia.

En este trimestre, las consultas al especialista son mensuales y, alrededor de las semanas 28 a 30, se realiza una ecografía para ver los datos sobre el crecimiento de tu bebé y la ubicación de la placenta. Puede ser que te sientas ansiosa, tengas insomnio o fatiga física. En este período todavía podés hacer tus actividades habituales, tanto laborales como sociales, viajes y ejercicio físico como gimnasia localizada o aquagym.

Sólo debés tomar medicamentos bajo prescripción médica.

Es posible que sufras la pérdida involuntaria de orina, por compresión de la vejiga. Generalmente sucede cuando tosés o te reís porque estos movimientos aumentan la presión intraabdominal y la presión del útero sobre la vejiga. Otras sintomatologías que aparecen son la hinchazón en las piernas y el adormecimiento de los brazos por la noche. Pueden aparecerte várices debido a la presión que el útero ejerce sobre las venas, aunque su aparición está condicionada a factores hereditarios. Para evitarlas, lo mejor es hacer todos los días una caminata suave, sostener las piernas elevadas varios minutos al día y tratar de no llevar una vida demasiado sedentaria ni estar mucho tiempo de pie.

Es frecuente que en este período aparezcan calambres en las piernas, que pueden estar asociados a la falta de algún mineral (cuando ocurren son muy dolorosos). Si los sufrís podés detenerlos poniéndote de pie y presionando sobre el piso. Después, un masaje te va a ayudar a calmar el dolor. Por último, el segundo trimestre es una buena oportunidad para empezar a conectarte con el momento del parto, por medio del curso de preparto.

Podés aprovechar el curso de preparto como un tiempo para compartir con tu pareja y tu bebé, una forma de empezar a crear ese vínculo que los hará más unidos cuando llegue el gran día del nacimiento.

3er trimestre - Semana 29 a término (semana 38-42)

En estos últimos meses, los cambios corporales son intensos y, si hasta este momento había pocas molestias físicas, ahora sí vas a empezar a tener algunas.

Al aumento de peso se suma un mayor cansancio, posible hipertensión con hinchazón de manos, tobillos y pies y dificultades para dormir por el mayor volumen de la panza y por la posición que adopte el bebé.

A partir de las 30 semanas de embarazo ya se habrá formado el calostro en los pechos (un líquido dulce, menos nutritivo que la leche pero de mejor digestión para el bebé y que será su primer alimento, antes de la bajada de la leche) que puede manifestarse como unas gotitas amarillentas que no te deben preocupar en absoluto.

También es posible que comience a dolerte la espalda por el cambio en el centro de gravedad a causa del agrandamiento del útero y puede sobrevenir dolor en la parte inferior de la espalda o las caderas (por la distensión de las articulaciones pelvianas). Debido al mayor tamaño que han cobrado tanto el útero como el bebé, pueden aparecer molestias como presión sobre las costillas bajas, la vejiga y el estómago.

Mientras el tiempo pasa, es probable que te sientas más incómoda y cansada por el tamaño de tu panza, y que vuelvan algunos malestares del primer trimestre. Quizás también te encuentres alternando momentos de alegría y excitación con otros de franco temor. El miedo al parto es común y siempre es conveniente que lo expreses. Así te sacás todas las dudas con la consulta al obstetra o en las charlas de preparto.

El control médico

A partir de la semana 32, los controles mensuales se transforman en quincenales y se controla tu presión arterial y la posición y vitalidad del bebé. La visita al médico será semanal a partir de la semana 38 y se practicarán monitoreos en cada consulta.

El médico te va a pedir exámenes pre-quirúrgicos, como análisis de coagulación y electrocardiograma, sólo por si es necesaria una intervención quirúrgica.

En este trimestre suele hacerse la segunda y última ecografía que brindará los datos sobre la probable fecha de parto en función de la medida y el peso del bebé. La cabeza del bebé probablemente ya esté encajada en la pelvis, por lo cual las molestias respiratorias mejorarán respecto del mes anterior.

La presencia de contracciones en el último trimestre hace que estas falsas alarmas, en algunos casos, sean frecuentes, pero los criterios para establecer si ya se desencadenó el trabajo de parto son la aparición de contracciones regulares y la ruptura de las membranas.

Características del bebé

La mayoría de los bebés llega al mundo entre las 38 y las 42 semanas de gestación. Hacia el séptimo mes agudiza su capacidad auditiva y le llegan los sonidos del mundo exterior. Reconoce la voz de sus papás y te das cuenta de que reacciona ante estímulos sonoros porque se mueve más, por ejemplo, si hay música fuerte en una fiesta o en el cine.

A partir del séptimo mes perfecciona también un nuevo sentido: la vista. El bebé abre y cierra los ojos y percibe, dentro del útero, una luz rojiza. En los dos últimos meses aumenta unos 200 gramos por semana y desarrolla una capa protectora de grasa sobre la piel, la cual lo ayuda a estar más protegido al momento de nacer.

El cordón umbilical se hace más fuerte y está rodeado de una sustancia gelatinosa que, en principio, impide que se formen nudos. A partir de ese momento está más apretado y ocupa casi todo el espacio del útero. La cantidad de líquido aumenta y, en el momento del parto, hay entre medio litro y un litro y medio de esta sustancia. El bebé traga el líquido para que el canal alimentario realice sus funciones. En los últimos meses, los músculos del útero se contraen y relajan periódicamente, ayudando al bebé a adoptar la posición más apropiada para el parto.

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