Como ya te contamos en otras oportunidades, el cuidado de la piel es uno de los componentes esenciales a la hora de hablar del cuidado del cuerpo en general.
Que hay que estar más hidratada durante el verano, no es novedad. Lo que quizás no sepas es que esa hidratación es fundamental para el cuidado de tu piel. Esto es porque en esta época del año, la producción de glándulas sebáceas aumenta
en mayor medida que en las otras estaciones, haciendo que la piel requiera de más líquido.
La ingesta de bebidas como agua, té frío y jugos de frutas evitará que tu piel se reseque, acelerando el proceso de rehidratación en un 30 %. La resequedad es una de las principales características de la piel durante la estación estival. De ahí la importancia de mantenerla hidratada, por dentro y por fuera.
El uso de cremas hidratantes ayudará mucho en este sentido. Utilizá una que se adecúe a tu tipo de piel (no es lo mismo una piel grasa que una piel mixta o una piel seca). Pero también es fundamental el tipo de alimentos que ingerís. Las frutas, pescados y ensaladas son grandes aliados de la hidratación, ya que le aportan al cuerpo el líquido y las sales minerales que éste necesita.
Además, recordá que una piel deshidratada envejece de forma más rápida porque se agrieta, generando lesiones que luego hacen más difícil el regreso de la misma a su estado natural.
Y por último, si querés lograr que tu piel esté bronceada, debés protegerla de la forma adecuada para poder lograr un bronceado que no dañe tu piel.
