El proceso de sudoración tiene como función principal regular la temperatura de nuestro organismo. Hay tres motivos que nos hacen sudar: el calor del ambiente, realizar actividad física y cuando estamos sometidos a situaciones de estrés. Como el cuerpo puede perder cantidades significativas de agua durante el verano, es muy importante que recordemos reforzar la hidratación, tanto con cremas y/o emulsiones como intensificando el consumo de líquidos. También es de gran ayuda consumir frutas y verduras ricas en agua para mantener la hidratación del organismo.