Un nuevo año comienza y se nos llena la batería. Nos cargamos de energía, la esperanza se renueva y comenzamos inmediatamente a proyectar lo que soñamos para este año: hijos, mudanzas, cursos y trabajo nuevo. Muchas veces somos implacables con esos objetivos y ponemos la vara muy alta, a una altura que claramente será imposible alcanzar. Así, diciembre nos termina encontrando frustrados y desilusionados. Por eso en este año que comienza te proponemos que recuperes la fe por los pequeños milagros cotidianos: los amigos, la familia y el amor. Te invitamos entonces a que encares el año con actitud positiva, con objetivos de carácter más emocional, dispuesta a celebrar la vida sin presiones ni metas absurdas.
- Más tiempo con amigos: ¿no es un objetivo genial? Nunca escuchamos a nadie decir que se propone un año con una agenda más cargada de planes con amigos y sin embargo es una gran idea y meta para el año que comienza. Cultivar la amistad y pasar tiempo con amigos nos hace definitivamente mucho más felices, entonces ¿por qué no pasar más tiempo con ellos?
- Dedicá tiempo para jugar con los más chicos: puede ser un sobrino, hijo o ahijado. Muy pocas veces los adultos dejamos salir nuestro costado lúdico, pero cuando lo hacemos aflora nuestro niño interior, liberamos estrés y endorfinas. Jugar y ponernos en contacto con niños puede ser una experiencia liberadora.
- Meta egoísta: te proponemos que te pongas una meta totalmente terrenal, superficial y que solo involucre placer personal. Puede ser hacernos la manicura al menos una vez al mes, gastar más en productos de belleza o hacernos la depilación definitiva. Tener objetivos auto complacientes es una buena forma de mimarnos y cuidar nuestra autoestima.
- Alimentá tu vida interior: te recomendamos que también pongas una meta para mimar tu espíritu. Respirar, meditar o hacer yoga son algunas ideas para mantenerte fuerte y sobreponerte a los problemas que nos van surgiendo a diario.
- Compartí con tu familia: la tecnología, la velocidad de los tiempos que corren y la rutina nos hacen estar cada día más ensimismados en nosotros mismos y nos olvidamos de comunicarnos con aquellos con los que compartimos a diario, nuestra propia familia. Un buen objetivo para este 2018 es procurar hacer al menos una de las comidas reunidos, dejar el teléfono fuera de la mesa y proponernos más actividades recreativas que incluyan a todos. Puede ser compartir una serie de televisión, un deporte al aire libre o un hobby. Lo importante es intentar ser menos individualistas y estar más comunicados.
Que este año nuevo te encuentre reunida con tus seres queridos usando tu inteligencia emocional, disfrutando con amigos y enfocándote en que realmente importa: los afectos.
