Cuando te vas a dormir sin limpiar tu piel, el maquillaje se deposita sobre los poros impidiendo que ésta respire. Durante la noche la piel descansa, se oxigena y repara parte del daño que produce a lo largo del día. La regeneración celular se intensifica cuando dormimos permitiendo que la piel se renueve, pero si no retiramos el maquillaje entorpecemos este proceso. Cuando no realizamos la limpieza del cutis antes de irnos a dormir y quedan restos de maquillaje, los poros se obstruyen y la piel se deshidrata. Como resultado tu tez luce apagada y opaca. Es muy importante realizar dos limpiezas faciales diarias: al levantarnos para retirar sudor y células muertas y antes de irnos a dormir para retirar el maquillaje y otros residuos que se hayan depositado sobre la piel a lo largo del día.
Ahora ya conocés un beneficio más del placentero momento de ir a dormir. Disfrutalo… ¡sin maquillaje!