Las manchas en la piel son la respuesta de nuestro organismo frente al ataque del sol y se deben a una sobreproducción de melanina, el pigmento que le da color a nuestra piel, cabello y ojos.
La luz solar es la que genera la producción de melanina, la cual actúa como filtro solar natural de la piel protegiéndola frente a la radiación. Sin embargo, una exposición excesiva al sol sin protección puede causar una producción excesiva de este pigmento manchando nuestra piel.
Por este motivo, utilizar un filtro solar con FPS puede evitar la hiperpigmentación o detener el crecimiento de las manchas ya existentes. Para ello, el Protector Solar Facial con FPS 30 es un gran aliado, porque protege la piel de tu rostro. Por otra parte, el Protector Solar 40 con Efecto Seco cuida la piel del cuerpo y rostro, evitando que esta se engrase gracias a su fórmula seca.
A no olvidar de llevar el protector solar a todos lados, incluso cuando vas al trabajo.