¡MITO!
La cantidad de crema que colocamos sobre nuestra piel debe ser la necesaria para satisfacer la hidratación y/o protección de la misma. Colocar una mayor cantidad a la necesaria no mejora los resultados. Simplemente hay que aplicar la cantidad justa para cubrir la zona y que se absorba uniformemente. Cuando aplicamos una crema sobre la piel del rostro, lo que se aconseja es que la cantidad se asemeje al tamaño de una almendra.
Cuando aplicás menos cantidad de crema que el necesario los resultados no son los esperados y la crema no cumple su función satisfactoriamente, mientras que al utilizar una cantidad superior a la correspondiente puede dejar residuos en tu piel y tapar la salida del poro generando barritos o dejándola oleosa.
Tenés que tener en cuenta que la absorción de la crema debe ser total. De no ser así, procurá aplicar menos cantidad la próxima vez.
Una forma de saber cuánta crema necesitás colocar es observar cómo reacciona tu dermis e ir buscando la cantidad justa para tu piel.
