¡REALIDAD!
Tanto la cantidad como el método de aplicación son fundamentales para garantizar la efectividad. Como los protectores tienen una fórmula fluida para facilitar la aplicación, muchas personas usan menos producto que el aconsejado y esto aumenta el riesgo de sufrir una quemadura solar. La dosis adecuada es 35 ml para un cuerpo adulto promedio: esto equivale a 6 cucharaditas de té.
Por otra parte, es muy importante recordar que siempre habrá que aplicarlo de forma uniforme en toda la superficie a exponer, 30 minutos antes de exponerse al sol, sobre la piel seca.