La piel es todo un tema para las embarazadas. Y eso tiene un por qué. El embarazo implica una gran revolución hormonal en el cuerpo de una mujer. Esas sustancias químicas (como el estrógeno y la progesterona) son las encargadas de hacer que el útero crezca, de producir leche y hasta de proteger al bebé.
Todo esto provoca un gran revuelo como tener náuseas y mareos en los primeros meses, pasar del llanto a la risa sin motivo aparente, observar cambios en el pelo, y también en la piel…
Una de las grandes señales de cambio en la piel puede ser la aparición de estrías. Además la piel se encuentra más susceptible a irritarse, volverse más seca o experimentar alergias. Incluso, en algunos casos, pueden aparecer manchas en la línea media del abdomen, pezones y rostro debido al aumento de la pigmentación de la piel. Para evitar que aparezcan manchas es importante que siempre uses protector solar.
Por todo lo que te mencionamos es imprescindible que mantengas tu piel hidratada durante todo el embarazo y en los meses posteriores al parto, para ello te recomendamos las cremas y emulsiones de nuestra línea terapéutica, las cuales poseen Vitamina A (mantiene la salud de las células de la piel), alantoína (ayuda a cicatrizar lesiones en la piel como las estrías) y Vitamina E (protege el tejido corporal del daño causado por los radicales libres). Estas cremas protegen y regeneran los tejidos. Recordá que lo mejor es que apliques la crema luego del baño, cuando los poros están abiertos y absorben mejor los nutrientes de la crema.
Por último, durante el embarazo experimentás cambios fisiológicos que ocasionan retención de líquidos, un motivo más para que te mantengas hidratada, ya que favorece la elasticidad de la piel y previene sus desajustes, entre muchos otros beneficios. Tratá de acompañar estos consejos con un buen descanso, ejercicio y una dieta saludable, así la salud de tu cuerpo se ve reflejada también en la piel.
