Los nutrientes que este grupo aporta son fundamentales para la salud de nuestra piel. La verdura de hoja posee efectos regenerativos, colaborando en la cicatrización. Además, posee propiedades antibacterianas y anti-inflamatorias, incrementan la formación de colágeno y refuerzan el sistema inmunológico.
El color verde se lo debe a la presencia de clorofila, la cual purifica nuestra sangre y elimina toxinas. Además, las verduras de hoja verde aportan una gran cantidad de fibras y muy pocas calorías a la dieta, siendo grandes aliadas para controlar el peso. Algunas de ellas son: la acelga, el berro, la espinaca, la radicheta, la rúcula, la lechuga, la escarola y el repollo.
Se considera que los nutrientes esenciales en los vegetales verdes previenen el cáncer, reducen el riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades cardíacas.
Por todos estos motivos los expertos recomiendan al menos dos raciones diarias de verdura de hoja para beneficiarse de todas sus propiedades. ¿Vamos a cocinar?
