Que hay que cuidar a los más chicos del sol y sus efectos ya no es una novedad, pero muchos desconocen cómo protegerlos correctamente para que no sufran las agresiones del sol y su radiación.
Con la inminente llegada del verano se avecinan cientos de actividades bajo el sol, ya sea en la colonia, en la playa o en el patio de casa. Los más chicos quieren jugar y por lo general eligen hacerlo al aire libre. Nuestra tarea como adultos es cuidarlos y enseñarles el camino de la prevención.
Entonces, ¿repasamos?
¿Por qué los niños son más sensibles a las agresiones del sol?
Porque su piel es más delgada que la de un adulto y los mecanismos de defensa cutáneos como las glándulas sebáceas y el sistema pigmentario se encuentra aun inmaduro. Además, los niños juegan al sol y pueden pasar horas bajo sus efectos sin notarlo. De hecho, la mayor parte de las actividades que realizan en verano son al aire libre. A esto tenemos que sumarle que el agua, la arena y otras superficies hacen que los rayos UV se reflejen potenciando su daño, y que las quemaduras y agresiones producidas durante esta etapa son irreversibles. Los descuidos que se tuvieron durante los primeros años de vida van a forjar una piel más sensible a sufrir patologías cutáneas. Por otra parte, los profesionales no recomiendan exponer directamente al sol a los menores de un año, ya que hasta esa edad los niños no controlan la temperatura corporal y la sudoración de una forma eficiente. De todos modos, se sugiere aplicar protector solar a los bebés mayores de 6 meses antes de salir ya que los rayos solares también están presentes, aunque en menor medida, en la sombra.
¿Qué podemos hacer?
- Educar a nuestros hijos para que tomen conciencia y tengan hábitos de protección. Es muy importante contarles a los chicos por qué deben usar protector y explicarles qué pueden hacer para mantener su piel saludable.
- Aplicarles generosamente protector solar 30 minutos antes de salir, sin olvidarnos de zonas como orejas, cuello, empeines, etc. Muchas olvidamos de proteger algunas áreas que también están expuestas al sol y son muy sensibles.
- Evitar exponerlos entre las 10 y las 16hs. Durante este horario los rayos UV se encuentran más fuertes y producen mayor daño. Hay una forma sencilla de enseñarles a los más chicos esta regla: si su sombra reflejada en el piso es más pequeña que su estatura no es conveniente estar al sol.
- Volver a aplicar el protector solar cada dos horas o luego de cada baño.
- Hidratarlos: debemos ofrecerles agua frecuentemente, sin olvidar que una correcta hidratación es fundamental y el pilar para que la piel se pueda defender de las agresiones.
- Ponerles gorros y sombreros con visera: éstos ayudarán a proteger la cara de tus hijos.
- Recordar que el protector debe estar especialmente formulado para bebés y niños: Dermaglós cuenta con una amplia variedad de protectores solares especialmente pensados para la niñez. Para los bebés contamos con el Protector Solar Bebés FPS 50, que filtra los rayos del sol mientras hidrata y nutre la piel. Además, es hipoalergénico y resistente al agua. Para los chicos, el Protector Solar Niños FPS 50 Spray continuo que está especialmente indicado para hidratar y nutrir la piel muy sensible de los niños, protege de las quemaduras y previene el envejecimiento prematuro de la piel producido por los rayos solares UVA/UVB.
Cuidar a los más chicos de la radiación es una cuestión de buenos hábitos, educación y conciencia. Por eso, este verano no te olvides de que protegiendo a tu hijo del sol hoy estás construyendo una piel saludable para mañana. ¡A seguir jugando y disfrutando del verano junto a los niños!
